Un salón alegre y atrevido

Normalmente el salón es el sitio del hogar en el que pasamos más tiempo, por ese motivo, suele ser la estancia que más refleja nuestra personalidad y estilo. Por los detalles que contiene podemos saber si quienes la habitan son amantes de los animales, el arte, la botánica o los cómics, por ejemplo. Si son personas a las que les gustan los ambientes coloridos o apuestan más por gamas cromáticas armónicas que pasen desapercibidas. Para mí los colores pasteles siempre son un acierto (no puedo evitar esta inclinación), pero últimamente se me van los ojos con las combinaciones que arriesgan incorporando colores y formas dispares que, pudiendo chirriar, encajan a la perfección y crean una atmósfera en la que no nos importaría quedarnos a vivir una temporada. 

Es el caso del salón de Ingrid y Vivar, autores del blog Fjeldborg y propietarios de la tienda online de decoración del mismo nombre. Curiosamente, es así como llaman a su casa, una vivienda de 1925 que según asegura la pareja noruega “está en constante cambio”. Así que es habitual que en sus entradas nos sorprendan con re-decoraciones de habitaciones que guardan siempre una máxima: el resultado debe ser colorido y juguetón. Sin duda, viendo las imágenes, queda claro que su lema se cumple, ya que en esta sala han combinado sin miedo colores como el mostaza, el rosa asalmonado y el amarillo, con otros como el blanco, negro y gris. La luz natural y los detalles tan cuidados como la composición de la pared, los cojines o el hueco destinado a la leña, hacen que resulte muy acogedor.

 

 

 

 

 

 

 

Fuente de las imágenes: Fjeldborg

¿Qué os parecen este tipo de combinaciones? ¿Os inclináis más por la utilización de colores dentro de la misma gama o apostáis por la mezcla fríos/cálidos?