Este año cambio propósitos por consejos. Porque sé que es muy probable que no los cumpla y, en cambio, estoy segura de que me gustará releer el listado de pequeñas sugerencias que mi yo de 2017 le brinda a mi yo de 2018.
“Esto también pasará”
No juzgues a nadie con tus propios estándares.
Escribe, escribe y escribe. Para ti, para él.
Desempolva la cámara y construye vuestra memoria colectiva.
Pero no quieras registrarlo todo. La magia del momento está detrás de las pantallas y se queda grabada en las retinas.
Lo mejor para vosotros siempre seréis vosotros.
Déjate de teorías y sigue tu instinto.
Invierte el poco tiempo libre que tengas en ti.
No trates de adelantarte al curso de los acontecimientos.
Cada persona tiene sus propios ritmos. Respétalos.
Sumarás satélites pero no olvides que eres (y seguirás siendo) un planeta.
Puede que existan otros mundos, pero todos están dentro de éste.
Riega todos los días tu relación de pareja porque, gracias a ese jardín, este año brotará tu primavera.
Comete errores. Equivócate. Es la base del aprendizaje y este año estás ante el más importante de tu vida.
Sé buena contigo, Rocío. Derriba los listones y dite cosas bonitas.
Píntate los labios de rojo aunque estés en pijama.
Identifica lo esencial, elimina el resto.
Ahora sí que sí… ¡lo mejor está por venir!
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